
El ataque ocurrió en Guayaquil-Ecuador donde un grupo criminal autodenominado Activos Fénix entró violentamente a una vivienda donde se conmemoraba el cumpleaños número 81 de la abuela de la familia. En ese momento había varias personas reunidas.
Al ingresar, los atacantes dispararon indiscriminadamente. Cinco personas murieron en el lugar; una sexta falleció poco después tras ser trasladada a un centro médico. Entre las víctimas hay cuatro mujeres -con edades entre 24 y 81 años- y dos hombres.
La hipótesis preliminar de las autoridades señala que el atentado habría sido una represalia contra un joven de la familia, quien era el presunto blanco del ataque. Los demás presentes resultaron víctimas colaterales. Ninguno de los fallecidos tenía antecedentes penales.