
En medio del operativo que permitió la liberación de Miguel Ayala -secuestrado con su mánager en el Cauca- los equipos del GAULA hallaron un caso de extrema gravedad: una vivienda en zona rural, en la que se encontraron siete personas privadas de la libertad, armas de fuego, motocicletas robadas y una fosa clandestina con los restos de un menor de edad asesinado.
Según los informantes, los retenidos revelaron que estaban secuestrados y en contra de su voluntad. Uno de los detenidos, visiblemente alterado, confesó que el niño había sido asesinado con un tiro en la cabeza el 22 de noviembre.
El macabro entierro quedó registrado en video por uno de los secuestradores, y posteriormente la madre del niño exhumó el cuerpo con ayuda de la policía.
Durante el operativo, tres de los presuntos responsables fueron capturados. Las otras personas que estaban retenidas fueron liberadas. Las autoridades investigan si los detenidos pertenecen a una estructura criminal vinculada a disidencias de grupos armados ilegal que operan en la región.



