La pequeña descarga eléctrica que sentimos al tocar a alguien o algo es provocada por la acumulación de electricidad estática. Este fenómeno se debe a un desequilibrio de cargas eléctricas entre nuestro cuerpo y el objeto o persona en contacto, lo que genera una chispa para restablecer el equilibrio.
La electricidad estática se produce cuando se acumulan cargas eléctricas en la superficie de los objetos. Esto ocurre con mayor frecuencia debido a la fricción entre ciertos materiales. Por ejemplo, caminar sobre una alfombra y luego tocar una manija de metal puede resultar en una descarga, producto del desequilibrio de electrones.
Para reducir la probabilidad de sentir estas descargas, es recomendable optar por ropa de algodón, mantener una adecuada humedad ambiental y evitar superficies que generen mucha fricción.