En la madrugada del lunes 9 de septiembre, la tranquilidad de la localidad de Kennedy se vio interrumpida por un desgarrador ataque en el que un patrullero de la Policía disparó contra su exesposa y el hombre que la acompañaba en un motel, para luego quitarse la vida.
Paola Camargo, la víctima de esta tragedia, rompió su silencio y compartió su historia, llena de dolor y confusión.
Paola, quien se encuentra hospitalizada tras el ataque, recordó con angustia lo que sucedió en aquella madrugada: "Sentí los disparos en mi cara. Fueron tres impactos en el rostro y uno en el brazo. Vi cómo mi boca se llenaba de sangre y pensé: ‘ya, me mató, definitivamente me mató’".
A su lado, Fernando, su nuevo compañero sentimental, también resultó herido, pero logró sobrevivir al recibir solo un disparo en el hombro.
Paola relató que su relación con el patrullero había terminado en diciembre de 2023 debido a la violencia física que sufrió de su parte.
"Él me golpeó contra una mesa en mi negocio, y aunque no lo denuncié en su momento, decidí que no iba a permitir más maltratos", confesó con tristeza. La agresión no fue denunciada, algo que ahora la llena de pesar, pues cree que pudo haber evitado el ataque.
Lo que más desconcierta a Paola es cómo la familia del patrullero estuvo presente en el lugar del ataque. "Cuando él se disparó, su mamá, su papá y su hermana salieron corriendo del motel. No entiendo cómo sabían que estábamos allí, no sé por qué llegaron todos juntos", expresó con confusión.
Mientras que Fernando ya fue dado de alta, Paola se encuentra bajo observación médica, esperando una cirugía en el rostro. Aunque las heridas físicas comienzan a sanar, el trauma emocional que dejó el ataque aún perdura en su corazón.